La consciencia en la energía sexual es una fuerza sanadora

Publicado en la revista Círculo de Luz.

Diana Richardson nos habla de que “una de las experiencias más grandes y más profundas de la vida es cambiar la manera en la que haces el amor. Cuando empiezas a traer más consciencia a ese ámbito, más presencia y más sensibilidad, se cambia la vida de la persona. Muchas heridas del pasado se curan a través de la presencia en esa energía sexual. La consciencia puesta en la energía sexual es una fuerza sanadora”. El Tantra propone un cambio en ese acercamiento sexual y cuando lo hacemos, muchos problemas que están ahí, desaparecen. Cuando llevamos consciencia a la práctica sexual, la persona se vuelve a enamorar de sí misma y de su pareja.

Fotografia de Diana Richardson
Diana Richardson

Diana Richardson nació en Kwazulu (Sudáfica), y su implicación por mejorar la sociedad, la llevó a licenciarse en Derecho “pensé que estudiando leyes podría ayudar a resolver el conflicto del apartheid en mi país”. Sin embargo, pronto se dio cuenta que eso la llevaba “a estar demasiado tiempo en la mente y no me gustaba”. Descubrió que le satisfacía más hacer masajes, utilizar el poder de sus manos y se volcó en “desarrollar todo lo que tuviera que ver con mis manos y mi corazón”.

En 1978, comenzó a dar masajes conectando desde la presencia. “Ese interés en el cuerpo, me llevó a estudiar mis propios patrones sexuales. Mi forma de comportarme sexualmente”. Para entrar ahí con más profundidad, usó la guía de Osho y de Barry Long. Ambos maestros le aportaron enseñanzas complementarias. “Osho fue mi inspiración inicial. Especialmente, sus discursos de mediados de los 70 en los que habló mucho sobre Tantra.

Me pareció fascinante cómo transmitía la importancia de traer más consciencia y más presencia al acto sexual. Cuando lo leía o escuchaba, me sonaba maravilloso… Pero fueron las enseñanzas de Barry Long las que me llevaron a entender cómo conseguir que el pene y la vagina se comuniquen.

Tras practicar durante mucho tiempo lo que Barry Long decía, volví a escuchar las enseñanzas de Osho y fue entonces cuando entendí plenamente lo que quería decir, porque ya lo había experimentado. Los discursos de Barry Long en los años ochenta, especialmente el que se llamaba ‘Haciendo el amor de una forma divina’, los he escuchado cientos de veces y han sido una gran inspiración para mí”.

Diana Richardson está convencida de que “una de las experiencias más grandes y más profundas de la vida es cambiar la manera en la que haces el amor”, lo dice tanto por experiencia propia como por todas las personas con las que ha trabajado.

De la teoría a la práctica

Pronto se dio cuenta que además de utilizar esas guías, “lo más importante era la practica de las técnicas . Durante muchos años practiqué con ellas y, entonces, empecé a ver y a experimentar la sexualidad de una forma completamente distinta. Al llevar mucho tiempo haciendo masajes y trabajando con el conocimiento y la sensibilidad de sentir el cuerpo, para mí solo supuso un pequeño cambio enfocarme ahora en los genitales y la sexualidad”.

Vivir eso, la llevó a querer compartirlo y enseñarlo. “¡Todavía estoy sorprendida de estar aquí, haciendo lo que hago!”.

En su opinión, “hay una enorme confusión sobre la sexualidad o el sexo en la sociedad. Existen muchos malentendidos que acarrean muchísimos problemas en las relaciones y mucha separación. Eso hace que todo el fundamento de la sociedad sea inestable. Algo que tiene un impacto increíble sobre los niños. Por eso, pienso que debería de ser parte de nuestra educación fundamental”.

“Las enseñanzas de Barry Long me llevaron a entender cómo conseguir que el pene y la vagina se comuniquen”

Recuerda que “Tantra significa expansión de la conciencia» en su sentido más profundo. Sin embargo, ¿cómo hacemos el amor en nuestra sociedad? Tiene que ver más con la contracción, con apretar el cuerpo, en vez de relajar y expandir.

Muchas personas, hombres y mujeres, tienen problemas cuando están practicando sexo. Por eso, empiezan a pensar que hay algo que está mal en ellos, algo que es defectuoso en ellos y eso te lleva a dudar de ti mismo y de tu propia energía.

Y cuando dudas de ti mismo a un nivel tan fundamental, pierdes tu poder personal, todo tu poder individual. Por eso, la mayoría de los problemas que tienen los individuos en esta sociedad no tiene que ver con el sexo en sí mismo, si no por cómo sucede ese encuentro sexual. El Tantra propone un cambio en ese acercamiento sexualmente y cuando lo hacemos, muchos problemas que están ahí, desaparecen. ¡Es maravilloso!”.

Falta educación sexual entre los jóvenes

Richardson lamenta la falta de educación sexual que existe entre los jóvenes. Por eso, se animó a escribir ‘Cool Sex’, en donde se hace una investigación y se acerca al sexo de una manera consciente. “Es mucho mejor para ellos abordar la sexualidad y nombrarla. En la sociedad se asume que todos sabemos instintivamente hacer el amor. Por eso, no se habla de ello.

“El acercamiento tántrico tiene más que ver con la escucha, con la expansión, con estar en el cuerpo y no tanto en la mente”

Pero en realidad, en nuestra sociedad hemos perdido la conexión con nuestra naturalidad, porque recurrimos a nuestra mente y a nuestra psique en nuestras relaciones sexuales.

Hay mucha presión y mucha confusión. Se recurre al porno para saber cómo hacerlo y la gente no se da cuenta de que lo que se ve en el porno no es real. Te lleva a no tener una relación sana, porque solamente se ensalza la intensidad, la sensación extrema y el cuerpo solamente puede recibir una cantidad de sensaciones determinadas y, luego, empieza a cerrarse.

Cuando eso ocurre, comenzamos a insensibilizarnos, a dejar de sentir nada, especialmente en nuestros genitales. He leído un artículo publicado en Estados Unidos en donde se dice que un porcentaje cada más alto de jóvenes tienen problemas eréctiles y todo eso tiene que ver con esa sobreestimulación que hace que el cuerpo se empiece a proteger.

Sin embargo, el acercamiento tántrico tiene más que ver con la escucha, con la expansión, con estar en el cuerpo y no tanto en la mente. Lo que está impreso en nuestra mente nos presiona para pensar que deberíamos de comportarnos y sentir de esa manera, cuando no es la realidad verdadera del cuerpo. Por eso, es tan importante que haya una cierta educación sexual natural para la gente joven y cuanto antes empecemos, mejor”.

Reavivar la relación

Cada año asesora a unas 500 personas en los retiros que organiza para parejas. La realidad es que se ha volcado en propagar más el Tantra de parejas porque “cuando trabajas con ellas, se puede incluir el acto sexual ya que se supone que las parejas ya tienen esa confianza, esa intimidad. A mí me gusta ir a la práctica directamente y eso es más fácil hacerlo con parejas”.

Las parejas que acuden a sus talleres, “vienen por muy diferentes razones: algunos para volver a encontrarse; otros, para practicar sexo; otros, porque han estado juntos desde hace muchísimos años y se quieren volver a encontrar o tener una nueva relación con su sexualidad; otros, para reavivar su relación; algunas parejas están a punto de separarse y vienen a ver si existe algo que les pueda salvar… Pero, básicamente, todas ellas buscan más cercanía y más intimidad.

Eso es lo que nosotros les ayudamos a crear en nuestros retiros. Cuando llevamos consciencia a esa práctica sexual, la gente se vuelve a enamorar de sí mismo y de su compañero.

Obviamente, cuando vuelven a casa se tiene que seguir practicando, convertirlo en una rutina más de su vida cotidiana. No es algo que sucede solamente durante el curso y ya está.

Se trata de un ajuste. Lo más difícil para ellos es incorporarlo a su vida cotidiana”. Se ha encontrado, sorprendentemente que existe “una resistencia a hacer el amor, a encontrarse en ese espacio de presencia”. Bromea diciendo que es “más fácil ponerse a ver una película que estar en presencia, porque hay una resistencia de la mente a entrar en un espacio de absoluta presencia”.

Energía vital

Para Diana Richardson, “cuando hablas de energía sexual, básicamente, estás hablando de energía vital. La energía sexual está en la base de todo. Por eso, cuando se empiezan a hacer ajustes ahí, se refleja en todo el sistema y en toda la vida de la persona. Cuando empiezas a traer más consciencia ahí, más presencia y más sensibilidad, se cambia la vida de la persona.

Muchas heridas del pasado se curan a través de la presencia en esa energía sexual. La consciencia puesta en la energía sexual es una fuerza sanadora”. Por eso, está muy feliz de poder aportar esta enseñanza tan hermosa a hombres y mujeres.

Para conseguirlo hay que trabajar con el condicionamiento que, básicamente, está en la mente y no en el cuerpo. “Yo, normalmente, no me entretengo con los condicionamientos. No entro en ellos, no hablo sobre ellos. Voy directamente a traer presencia al cuerpo y a desarrollar más la sensibilidad en el cuerpo. Voy directamente a la presencia, a hacer el amor de una forma más consciente. Eso hace, que naturalmente todos esos condicionamientos empiecen a caer por sí mismos. Cuando se habla del sexo de una forma natural todo el mundo se relaja”.

No obstante, advierte que “lleva tiempo cambiar el paradigma mental, el condicionamiento mental con el que movemos nuestro cuerpo. ¡Es tan fascinante desafiar el condicionamiento de la mente!. Ver cómo cambia la persona en ese proceso de descondicionamiento.

La gente piensa que esto es algo súper rápido, que se cambia inmediatamente. Pero no es así, lleva tiempo y dedicación, porque no es fácil cambiar una cosa que llevas haciendo desde hace mucho. Lo bueno es que si lo haces, realmente cambia tu vida. Para ello, hay que dedicar tiempo a desaprender experimentando con el otro y contigo mismo en la cama”. Ironiza Richardson: “¡Todo el mundo quiere hacer el amor y piensa continuamente en el sexo y cuando dices tienes que experimentarlo, nadie tiene tiempo para hacerlo!”.

Las claves son:

  • Volver al cuerpo.
  • Ser más sensible.
  • Estar más presente.
  • Enraizarte más en el cuerpo.
  • No hacer del orgasmo el enfoque de ese intercambio íntimo.

Diana Richardson no quiso terminar la entrevista sin hacer una referencia a la homosexualidad. Para ella son “dos personas que se encuentran con más consciencia, ya sean heterosexuales, homosexuales o cualquier tipo de pareja. Naturalmente que se tienen que hacer ciertos ajustes a nivel genital de los que yo no puedo hablar, porque mi experiencia es de heterosexual. Estoy esperando que esas personas empiecen a contar cómo es su sexualidad desde un punto de vista más consciente. Que a través de la investigación de sí mismas desde un lugar de consciencia, puedan hablar de cómo eso funcionaría. Traer consciencia, presencia y expansión es para todos igual, independientemente del género”.

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