Atisbos de Luz: Transformar las emociones en energía vital

Publicado en la revista Círculo de Luz.

Todas las emociones que se acumulan en nuestro sistema nervioso y que no se expresan, van bloqueando la capacidad de irradiar amor. Por eso, es importante
deshacer bloqueos energéticos producidos por las emociones reprimidas que, en su día, no fuimos capaces de sentir y expresar con totalidad. Parte del camino tántrico es abrirse a las emociones, no reprimirlas. Cuando se muestran los sentimientos en el momento en que curren, se transforman en energía vital.

Diana Richardson, en su libro «Tantra. Amor y sexo» hace una distinción entre emoción y sentimiento. Para ella, “los sentimientos son la expresión en el plano consciente de lo que está pasando ahora.

Mientras que las emociones son la expresión inconsciente del pasado, de algo que ya ha sucedido. Los sentimientos son pues conscientes, mientras que las emociones se desenvuelven dentro del ámbito de lo inconsciente.

Los sentimientos se expresan de manera franca y sin artificios; con las emociones no pasa lo mismo: su expresión se suele evitar, reprimir o demorar y, cuando finalmente se expresan, son a menudo abrumadoras, destructivas o desagradables.

Las emociones gustan de echar la culpa al otro o a la otra y decir: «Tú siempre…», «Tú eres el que ha metido la pata…», etc.; mientras que los sentimientos asumen la responsabilidad y dicen: «Siento que…». «necesito que…» etc.

Los sentimientos fortalecen el corazón y las emociones endurecen el ego. Por medio de nuestros sentimientos ensanchamos nuestra energía, nos sentimos ligeros y revitalizados, más cerca del ser que amamos y apegados a la vida.

A veces, las emociones nos frenan y nos ponen tensos, cuando no nos hacen experimentar opresión, desesperanza y dolor. Son agotadoras. Nos sentimos apartados del mundo y dados de lado por la persona que amamos”.

En la sociedad en la que vivimos la mente domina la mayoría de nuestras acciones y a los sentimientos se los relega a un segundo plano.

Durante años nos han inculcado que si dejas ver tus sentimientos, te vuelves más vulnerable. Los hombres aún lo tienen más difícil porque desde pequeños les instaban a no llorar, a ser duros. El problema es que cuando la tristeza, el miedo, la frustración…, incluso la alegría y amor, no son exteriorizados, se convierte en celos, ira, odio, temor, rabia… Liberar las emociones reprimidas.

La mayoría de las emociones reprimidas se quedan en el plexo solar o estómago (tercer chakra). Por eso, es tan importante empezar a escuchar las respuestas del plexo solar ante determinadas emociones. Ver cómo se encuentra (encogido, rígido, distendido…) cuando un amigo deja de hablarte, cuando alguien se te cuela en una cola, cuando tu pareja se olvida de despedirse… No tiene que ser algo dramático para que el plexo solar responda con una sensación de abandono o de enfado…

Astiko afirma que “es muy importante abordar las emociones para entrar en intimidad con otras personas. Se trata de deshacer bloqueos energéticos producidos por las emociones reprimidas hace tiempo, que en su día no fuiste capaz de sentir y expresar con totalidad. Todas las emociones que se acumulan en nuestro sistema nervioso y que no se expresan, van bloqueando la capacidad de irradiar amor”.

En Tantra se da mucha importancia a la liberación del sistema nervioso de emociones acumuladas, para que pueda volver a fluir la energía a través de él. De esa forma, se podrá vivir el presente sin que constantemente acudan recuerdos emocionales.

“Todas las emociones son adecuadas si se trae consciencia a ellas”

Muchísimas de las técnicas que se utilizan (de baile, de expresión, de apertura…) son para aprender a sentir las emociones y comunicarlas. Todas las emociones son adecuadas si se trae consciencia a ellas.

De esa forma, señala Astiko, “cuando íntimas con otra persona y emerge una emoción, en vez de soltarla de forma brusca o reprimirla, pones consciencia a lo que está aconteciendo, la sientes, por muy dolorosa que sea, la respiras, la das espacio… y a partir de ahí, decides si es importante comunicarlo o simplemente dejas que se disipe y se libere con el movimiento, con una lágrima o con lo que sea que el cuerpo quiera hacer (un chillido, un gemido como un animal salvaje, golpear el suelo con unos cojines…).

Así se puede diluir de inmediato sin que se almacene dentro de ti. Parte del camino tántrico es incluir las emociones. Abrirte a ellas, no reprimirlas, atestiguarlas y permitir que pasen por ti. Cuando se muestran esos sentimientos en el momento en que curren, se transforman en energía vital”.

Sin comentarios aún

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.